Reconocimiento político a Tlatelolco: el compromiso del Estado por la no repetición de la violencia
- Pulso Saludable
- 2 oct.
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Por: Liliana Noble Alemán
@pulsosaludable
CIUDAD DE MÉXICO, 2 DE OCTUBRE DE 2025. A un año de su publicación, se subraya la trascendencia del decreto presidencial que formaliza el reconocimiento de los actos de violencia gubernamental perpetrados el 2 de octubre de 1968 contra el Heroico Movimiento Estudiantil como constitutivos de un crimen de lesa humanidad. Este acto político honra a las víctimas, a sus familiares y a la sociedad mexicana en su conjunto.
El acuerdo resalta la referencia histórica a las palabras del entonces Presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, quien en su 5º Informe asumió "íntegramente... la responsabilidad: personal, ética, social, jurídica, política histórica, por las decisiones del gobierno en relación a los sucesos del año pasado".
Disculpa, Justicia y Garantía de No Repetición
El decreto no solo establece el reconocimiento político, sino que también instruye a la titular de la Secretaría de Gobernación a ofrecer una disculpa pública por la "grave atrocidad gubernamental", un compromiso que fue materializado hace un año.
El compromiso del Ejecutivo Federal es claro y se extiende al futuro. El Artículo Tercero es enfático en garantizar la no repetición de actos de represión, privación ilegal de la libertad, uso de las fuerzas armadas contra la población, desapariciones forzadas, torturas o cualquier otro acto que busque la destrucción de un grupo de la población.
"En nombre y representación del Estado Mexicano, se reconoce políticamente que los actos de violencia gubernamental perpetrados el 2 de octubre de 1968... fueron constitutivos de un crimen de lesa humanidad..."
El documento legal enfatiza que este reconocimiento servirá como base para la "materialización de actos subsecuentes de impulso a la justicia, la preservación de la memoria histórica y la no repetición de los hechos". Con ello, se busca salvaguardar los derechos que legalmente asisten a las víctimas y a sus familiares.
"...se compromete a garantizar la no repetición de atrocidades como a las que se refiere el presente acuerdo..."
Las Fuerzas Armadas y los Derechos Humanos
Un componente central de este acuerdo es el compromiso asumido por el Ejecutivo Federal en su calidad de Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas. El Artículo Sexto compromete a girar las órdenes formales para que las estructuras militares "nunca más sean utilizadas para atacar o reprimir al Pueblo de México".
Además, instruye la implementación de formación en derechos humanos y construcción de paz dentro de las instituciones armadas, así como el reconocimiento de los hechos históricos mencionados para garantizar la no repetición.
"...giraré las correspondientes órdenes formales para que sus estructuras y elementos nunca más sean utilizados para atacar o reprimir al Pueblo de México..."
El decreto representa un paso crucial en la relación entre el Estado y su ciudadanía, honrando la memoria de quienes fallecieron aquel 2 de octubre y de todos los presos políticos de entonces, y reafirmando la búsqueda de un futuro sin violencia de Estado.
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