México fortalece su sistema de salud con un enfoque preventivo a través del Protocolo Nacional de Atención Médica de los Primeros 1000 Días de Vida. Esta iniciativa busca estandarizar la atención desde el embarazo hasta los dos años del bebé, estableciendo pautas en nutrición, desarrollo neurológico y salud mental materna para mejorar la calidad de vida a largo plazo.