El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo está comprometido con la construcción de la paz en México, abordando las causas profundas de la violencia con una perspectiva humanista. En un esfuerzo por transformar la realidad social y bajo la premisa de no hacer "apología de la violencia", se ha puesto un énfasis especial en las juventudes, reconociendo su papel como "motor de transformación".