¡A cuidar el cerebro!
Por. Redacción
@pulsosaludable
CDMX. (15 mar 2018)
Llevar a cabo una rutina regular para conservar el cerebro en buenas condiciones, es decir, sano, es más importante y menos complicado de lo que se piensa. La gerontóloga Beverly Sanborn, Vicepresidente de Desarrollo de Programas en Belmont Village Senior Living, señala que “así como se entrena para ganar masa muscular o fuerza, se necesita mantener la mente activa, no importa la edad y cuanto antes por ejemplo en la juventud, es mejor.
Nutrirse. Lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro. Dieta baja en sal y en grasas saturadas, con muchas frutas con piel de colores intensos (rojo, morado, naranja) vegetales de hoja verde y granos integrales, además de DHA Omega 3.
Hacer ejercicio. Mínimo 30 minutos cada día, incluyendo algo de cardio y fuerza en el entrenamiento.
Retar a la mente – Nunca es tarde para aprender. Encuentra maneras de hacer que las diferentes áreas del cerebro se conecten e interactúen, por ejemplo:
Pensamiento crítico. Puedes leer un artículo controversial y platicar con alguien al respecto, presentando ambos sus puntos de vista y debatiendo.
Usar mente y cuerpo simultáneamente. Bailar es una actividad perfecta para ello. También puedes realizar actividades que necesitan de estrategia y/o movimientos complejos como el Tai Chi.
Aprender algo nuevo. Elige algo que siempre habías querido aprender, pero que por cualquier razón, nunca tuviste el tiempo de hacerlo.
Practica algo que aprendiste hace mucho. Usa habilidades y/o conocimientos que se almacenan en tu memoria desde hace años.
Organiza las ideas. Puedes interpretar un poema o un proverbio. Ya sea de manera escrita o verbal, esta actividad realmente hace que el cerebro actúe. Mientras más difícil sea el texto, mejor será el ejercicio.
Piensa de manera analítica. Será como regresar a la escuela, o por lo menos hacer la tarea… El análisis y resolución de problemas de matemáticas, ayuda a mantener la mente aguda.
Mantenerse socialmente activo así como reducir el estrés, ya que éste libera un cúmulo de hormonas como el cortisol, que eventualmente van a afectar las áreas cerebrales que regulan la memoria y las funciones cognitivas.
Dormir. La falta de sueño altera la regulación natural de los ciclos y de los procesos restaurativos del sistema nervioso central.
Concentrarse. Las interrupciones y cambios de actividad constantes, interfieren con la memoria a corto y mediano plazo y los cerebros maduros tienen mayor dificultad para cambiar entre una y otra tarea. Poner atención y concentrarse es la mejor recomendación.
Mantener su propósito en la vida. Todos necesitamos una razón para comenzar cada mañana. Sentir que la vida tiene un significado y que uno mismo está en control de ello, facilita las emociones y actitudes positivas y fortalece el cerebro.
Evaluar y ajustar. No te estanques en la rutina, al igual que el ejercicio físico, el trabajo mental debe de ajustarse periódicamente para que siga siendo efectivo e interesante.
Recuerda que lo más importante es la opinión del experto en salud.
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