Por. Liliana Noble Alemán

@pulsosaludable

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TRANSGÉNICOS

ALIMENTOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS

 

Primera Parte…

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• La controversia sobre estos alimentos ha retrasado su entrada libre al mercado

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• 1986, Monsanto produce la primer planta transgénica modificado

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Washington, DC. En repetidas ocasiones la idea de consumir alimentos genéticamente modificados crea muchas dudas e incertidumbre, en poblaciones como la nuestra donde la desinformación y prohibición crece la pila de comunicaciones sin fundamentos científicos ente la posible introducción o cambios regulatorios en la materia, entorpecen sin lugar a dudas, los esfuerzos de los expertos por contribuir de manera efectiva y saludable, al cumplimiento de la demanda al duplicar para el 2050 la producción que se tiene hasta el momento, sin aumentar la superficie cultivada, lo cual se traduce significativamente en la rendición del crecimiento y la calidad de cada uno de los productos del campo para la alimentación, tarea que podrá cumplirse al mejorar las plantas para que estas sean más productivas, resistentes a plagas y amigables con el medio ambiente al utilizar menor cantidad de herbicidas y pesticidas, respectivamente.  

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La ingeniería genética ha tomado las riendas del proceso y muchos de los científicos han desarrollado alternativas valiosas que aportan hoy en día conocimiento de excelencia para poder modificar una planta y dotarla de las características necesarias, (las que naturalmente carece) para crecer sin contratiempos y que a su vez sirvan de alimento tanto para animales como para humanos.

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Durante un recorrido en las instalaciones del Servicio de Inspección de la Salud de plantas y animales (APHIS) del departamento de Agricultura de los Estados Unidos, en Riverdale Park, Maryland, el sub secretario adjunto para el mercadeo y programas regulatorios  del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos Elvis Córdova, aseguró que el uso de la biotecnología en el cultivo de soya y maíz tiene más dos décadas y año tras año aporta nuevos conocimientos derivados del  uso seguro de la ingeniería genética en la era moderna y agrego:

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“Cabe destacar que los cultivos transgénicos producidos gracias a la biotecnología agrícola no están limitados a la tolerancia de herbicidas, vulnerables a plagas o insectos, ya  que hoy mismo se pueden producir variedades de plantas resistentes a bacterias o virus capaces de destruir cultivos”.

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Así mismo, destaco la ardua labor de su administración ante las políticas de trabajo con sus asociados comerciales para que éstas influyan en el desarrollo de sistemas regulatorios transparentes basados en fundamentos científicos que permitan que todos  los países puedan beneficiarse de las investigaciones para ayudar a dar forma a políticas públicas constructivas que aporten valor a la necesidad de la innovación como estrategia para la producción agrícola, finalizó.

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Por su parte, Robert I. Merker representante de la Food and Drug Administration por sus siglas en inglés (FDA), aseguró que hasta el momento no existe ningún estudio que avale la posibilidad de pensar que alguno de los productos genéticamente modificados puedan ser dañinos a la salud humana y animal y agregó: “los alimentos genéticamente modificados como la soya, son tan seguros como cualquier otro alimento, por lo tanto no se puede afirmar que son menos seguros que los otros”, detalló.

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Pero, qué son los alimentos genéticamente modificados, cómo han llegado al mercado? En nuestro país se producen?  Es posible que se puedan reconocer este tipo de alimentos en un mercado, en un restaurante?

 

TRANSGÉNICOS

A decir del Dr. Leovigildo Córdova Téllez, profesor investigador en el Colegio de Posgraduados en Ciencias Agrícolas, un alimento genéticamente modificado, “transgénico”, es una técnica nueva para mejorar un planta, el proceso consiste en que  la materia prima, es decir; la semilla o el grano producido, se han transformado a partir de la ingeniería genética modificando un gen específico con la intención de volver más resistente a la planta a inclemencias climáticas, plagas y por ende, a los herbicidas, sin modificar el producto final. Ahora bien, un efecto adicional sería beneficiar al medio ambiente, ya que al utilizar menor cantidad de herbicidas  el daño producido es menor reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2).

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En el año 2014, los cultivos de transgénicos se extienden en 1,815 millones de hectáreas de 28 países, de los cuales 20 son en vías de desarrollo. En el año 2015, en Estados Unidos, el 94% de las plantaciones de soja lo son de variedades transgénicas, así como el 89% de algodón y el 89% del maíz.

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En México, se produce una gran variedad de plantas modificadas genéticamente entre las que destacan: jitomate, papa y algodón, mientras que a nivel mundial existen más de 40 especies como soya, maíz, trigo, arroz, uvas, calabaza y fresas según informes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

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A decir del también Investigador de la Universidad de Chapingo Córdova Téllez,  la situación de los transgénicos en  nuestro país se debe analizar a conciencia, ya que pese a los  estudios existentes, los organismos federales han pedido que se realicen estudios constantemente para estar completamente seguros de su inocuidad, pero la pregunta sería, hasta cuándo habrá que esperar?

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En un segunda entrega, analizaremos el proceso por el cual al ser sometida una semilla de soya se convierte una planta genéticamente modificada, así como los beneficios que esta leguminosa trae a la salud, entre los cuales destacan: reducción de triglicéridos y colesterol en sangre así como los aportes que hace el Consejo Exportador de Soya en los Estados Unidos (USSEC) al promover el consumo de la soya en las poblaciones a nivel mundial.