Trabajos de parto prolongados pueden ocasionar un problema llamado fístula obstétrica: INPER
Por: Liliana Noble Alemán
@pulsosaludable
(27-mayo-2024)
Son más vulnerables las mujeres embarazadas con desnutrición o que tienen menos de 15 años
Control prenatal y parto bajo vigilancia de personas expertas en salud y en adecuadas condiciones disminuyen riesgo de sufrir esta lesión
El pronóstico al presentar este problema está vinculado con el tamaño de la lesión, así como con detección y atención oportuna
Los trabajos de parto prolongados por más de cuatro horas pueden ocasionar un problema llamado fístula obstétrica, es decir, una conexión entre dos órganos o cavidades, como puede ser entre vagina y vejiga, útero y vejiga o vagina y recto, y que no debería existir.
Especialistas del Instituto Nacional de Perinatología (INPER) “Isidro Espinosa de los Reyes” detallaron que esta lesión puede provocar incontinencia urinaria o fecal o filtración de orina o de heces en zonas donde no debería existir, como la vagina, lo que afecta la calidad de vida de la paciente, ya que además de los problemas físicos, genera alteraciones psicológicas, como depresión.
La fístula obstétrica ocurre cuando, durante el trabajo de parto, el feto no logra salir y su cabeza comprime la vejiga o el recto hacia el pubis o el hueso sacro; esto ocasiona disminución del aporte sanguíneo, absorción del tejido y la formación de un trayecto con conexión entre dos órganos que antes no existía.
El tratamiento depende del tamaño y tiempo de la fístula obstétrica. Cuando es muy pequeña y se identifica en los primeros días o semanas, se coloca una sonda uretral para cerrar la conexión en un lapso de tres semanas a dos meses.
No obstante, hay pacientes que, por las condiciones del tejido, no se recuperan; en estos casos se recurre a tratamiento quirúrgico y seguimiento médico por tres meses.
Además de la sonda o la cirugía, también es necesario vigilar que la paciente esté en buenas condiciones de salud; que reciba alimentación adecuada con aporte de proteínas, que no existan infecciones y, de ser el caso, corregir algún problema de anemia.
Son más susceptibles de sufrir fístula obstétrica las mujeres con carencias económicas, con desnutrición o anemia, así como las menores de 15 años, debido a que la falta de desarrollo de la pelvis limita la capacidad de distensión durante el trabajo de parto, en comparación con una adulta.
Los especialistas indicaron que este problema de salud es prevenible con la orientación a las embarazadas acerca de los beneficios del control prenatal y las medidas para que el parto se dé en las mejores condiciones.
En el mundo se registran entre dos millones y 3.5 millones de casos, y cada año se agregan entre 50 mil y 100 mil. Es un problema común en las mujeres y adolescentes residentes de África y el sureste de Asia, conforme a datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
En México, la incidencia de este problema es muy baja, como resultado de que se cuenta con instituciones equipadas y personal capacitado para la atención adecuada de partos.