La Obesidad, factor de inicio del Síndrome Cardiovascular-Renal-Metabólico (CRM): Dr. Al-Kindi, cardiólogo preventivo Hospital Metodista de Houston
Por: Liliana Noble Alemán
@pulsosaludable
(25-sep-2024).
La Asociación Americana del Corazón (AHA), por sus siglas en inglés ha definido una condición completamente nueva para representar la conexión entre la enfermedad coronaria, metabólica y renal llamada síndrome cardiovascular-renal-metabólico (CRM).
"La enfermedad cardíaca puede generar problemas renales; y a su vez, el daño en riñones puede alterar el corazón, generalmente, los problemas comienzan con el descontrol del peso, aunque puede haber una enfermedad renal o una enfermedad cardíaca sin tener un sobrepeso significativo", señaló el Dr. Al-Kindi, cardiólogo preventivo del Hospital Houston Methodist.
Dijo que los sistemas biológicos del corazón, los riñones, y el sistema endócrino influyen entre sí, debido a que si algo está mal en un sistema, éste puede provocar problemas en el otro a través de los efectos bidireccionales existentes en este tipo de condiciones comunes de salud, por cual es ideal agruparlas en lugar de considerar a cada enfermedad por separado
"Tenemos que pensar en cada una de ellas como una vía dentro del mismo panorama de enfermedades".
El Síndrome Cardio Renal Metabólico por sus siglas en inglés, (CRM), se define como la superposición que existe entre la obesidad, la diabetes tipo 2, la enfermedad renal crónica y la enfermedad cardíaca. Esto aumenta el riesgo en una persona de desarrollar una enfermedad cardiovascular, una de las principales causas de muerte en los Estados Unidos. Cada componente del síndrome de CRM puede influir en el riesgo de una persona en desarrollar otro. Este síndrome también puede afectar a otros órganos del cuerpo, como el cerebro y el hígado.
"El síndrome de CRM no es algo nuevo en sí, es solo una formalización de lo que se ha aprendido a lo largo de los años. El beneficio de formalizar estos términos es que nos permiten una forma estructurada y holística de pensar sobre estas condiciones entrelazadas. Nos ayuda en determinar el riesgo de una persona, pero también en cómo guiamos su tratamiento".
Este síndrome presenta diferentes etapas, las cuáles deben ser debidamente atendidas para evitar la progresión de la enfermedad:
• Etapa 0: No hay factores de riesgo de CRM presentes
• Etapa 1: Obesidad abdominal y/o prediabetes
• Etapa 2: Condiciones metabólicas (diabetes tipo 2, presión arterial alta y triglicéridos altos) o enfermedad renal
• Etapa 3: Enfermedad cardíaca temprana en personas con obesidad u otras afecciones metabólicas (diabetes tipo 2, presión arterial alta y triglicéridos altos) o enfermedad renal
• Etapa 4: Enfermedad cardíaca en personas con obesidad, otras afecciones metabólicas (diabetes tipo 2, presión arterial alta y triglicéridos altos) o enfermedad renal
"Las etapas nos ayudan a pensar en todo, desde la obesidad (como un factor de riesgo, pero también como algo que debemos abordar con cambios en el estilo de vida, medicamentos o incluso cirugía) hasta cómo tratamos a alguien que tiene varios de estos problemas de salud interrelacionados, enfermedad cardiaca, obesidad y enfermedad renal".
Con los tratamientos efectivos que ahora existen para cada uno, los médicos ahora pueden pensar en el tratamiento de una manera más integrada. La estadificación también ayuda a guiar las estrategias terapéuticas y de prevención, estableciendo una estructura en torno a los pasos necesarios para evitar el avance del síndrome.
"Tenemos intervenciones (conductuales, médicas y quirúrgicas) que se pueden aplicar en todo el espectro del síndrome de CRM, desde la etapa cero hasta la cuarta, por lo tanto, es una forma de ayudarnos a mejorar la salud de la población en general, pero también a optimizar los resultados de salud a nivel personal".
Agrega que las etapas tempranas a menudo pueden ser manejadas por un médico de atención primaria, pero, si se permite que progresen, las etapas posteriores del síndrome generalmente requieren uno o más especialistas.
"La esperanza es que, con la formalización del síndrome de CRM, se desarrolle un modelo de atención más interdisciplinario y ayude a reunir especialistas de estas disciplinas: endocrinología, obesidad, nefrología, cardiología, pero abordar estos desafíos requerirá algo más que médicos. Se necesitan cambios en las políticas, participación de la comunidad e incluso intervenciones psicológicas para reducir la prevalencia del síndrome".
La conexión entre estas afecciones puede ser compleja, pero, afortunadamente su prevención es más fácil, debido a que las enfermedades cardíacas, las enfermedades renales y las afecciones metabólicas comparten factores de riesgo similares, finalizó.